"El temor a la muerte es peor que la muerte misma"
PUBLIO
CYRO ("Sentencias")
En
algún momento de estos días nos dimos cuenta que en muchas de las
conversaciones se toca el tema de la muerte, cómo si esta fuera un
lejano futuro o un triste pasado, pero al decir verdad, se ha caído
en cuenta, que la muerte se trae con el nacimiento como un amuleto,
evocada por un llanto infantil en cuales sean los lugares donde se
puede llegar a nacer.
Y así
cómo en todos los ciclos es natural el nacimiento, es natural
también la muerte; se hace necesaria e irrevocable, es difícil
aceptar para la sociedad occidental que sería posiblemente un grave
error vivir eternamente, pero he ahí la belleza del recuerdo, de las
huellas, de los gusanos y de las flores del panteón, que aunque,
cada vez estén ubicados de manera más clandestina, forman parte del
paisaje urbano.
Tema
rodeado de miedos, sentencias y amenazas, se teme morir sin haber
cumplido...¿cumplido qué cosa? Se teme a no terminar lo una vez
iniciado.
¿La
vida del ser humano será entonces un orgasmo mal logrado, es decir,
se muere antes de llegar a la cumbre? O se muere para llegar a la
cumbre?
La
muerte visita las camas, las aceras, las sillas y cualquier otro
lugar donde nos quedemos dormid@s, como una práctica del “no
existir” pero aún así con todo y la practica de cada día, el ser
humano -tal vez no en su totalidad- se lo niega, se niega preparar
las ropas del día siguiente, abrazar y dar un beso, ya sea así
mismo, miedo a la despedida, cómo si no se hiciera eso antes de irse
a dormir.
La
sociedad, al menos a la nuestra, se le incluye al nacer un “chip”
de tanatofobia, no se le explica al niño y a la niña, no se le
comenta al paciente terminal, ni al privado de libertad, ni al
conductor ebrio, irónicamente esta la contra parte, la tanatofilia
llena de seguidores, creyentes de que la vida no vale nada.
Díganos
si no somos complejos, muertos o no? Se vive con miedo a morir, se
vive con deseos de morir, se muere con ganas de vivir. La muerte es
el mejor ejemplo de lo que sería un secreto a voces, en un callejón,
en un cuarto de hospital, en donde sea que ella trate de hablar es
censurada aunque todos y todas la vean.
Hay
algunos y algunas que aún pueden disfrutar de la compañía de una
caricia humana antes de partir, hay quienes tienen la dicha de
cumplir su último deseo, decir sus últimas palabras, dar un
vistazo,hay otros y otras de muertes solitarias.
Todo
esto sin duda enmarcado en diferentes contextos culturales y
sociales, geográficos y situacionales,
será
la muerte una forma de limpieza? De despojo total, es la muerte más
dadivosa que el ser mismo.
Todo
esto forma parte de las condiciones de trabajo con que cuenta el
TeLa, se tiene con las calaveras, una gran responsabilidad de honrar
todo lo bello que trae la muerte, son las calaveras, sinceras, la
esencia pura de quién se fue o se intentó ser, la complejidad de
los asuntos sin resolver, la jococidad, el juego y el truco de la
muerte en diferentes espacios de interacción con “los vivos”;
los últimos deseos y y la libertad de invasión dejan abiertas las
posibilidades creativas de los y las ejecutantes, las calaveras
dispuestas a presentarse tal cuales son, con sus triunfos y derrotas,
con su deterioro y sus flores nos señalan un posible encuentro con
nuestros antepasados, con los cercanos y los lejanos, abortado de la
mano del recuerdo y la construcción de una serie de historias,
improvisaciones y jugarretas, llenas de habilidades y valoración de
sus propias formas de partir.
Por:
Sheyla Santana M.
Fuentes
Bibliografías:
-Hernández,
F. El significado de la muerte. Revista Digital Universitaria
10
de agosto 2006 • Volumen 7 Número 8 • ISSN: 1067-6079
.
-Molina,
B. Percepción de la muerte a lo largo de la vida
.
Revista de Opinión Jurídica. AÑO II. NEWSLETTER Nro. 11 PRIMAVERA
MMV
. S.F
-
Schopenhauer, A. El amor, Las mujeres y la muerte. S.F.